Que alguien se sienta sexualmente atraído hacia nosotros depende mucho de los gustos e inclinaciones de cada quién.
Eso no lo vamos a poner en tela de juicio. Siempre habrá quien considere que no tenemos ningún chiste pero, por suerte, también habrá quien sienta que somos fascinantes.
Sin embargo, de manera general, hay aspectos que tienen que ver con la parte instintiva que hacen que hombres y mujeres reaccionemos de cierta manera frente a determinados rasgos del sexo opuesto. En el caso femenino, emiten señales que cambian según su ciclo hormonal y también son más o menos receptivas a determinados acercamientos dependiendo del momento en el que se encuentren. Durante la ovulación (si no estan bajo el efecto de hormonas artificiales como pastillas, parches o anillos anticonceptivos) se vuelven más sexys y además suelen hacer gala de ello. Por un lado, suelen vestirse dejando más piel al descubierto que cuando estan cerca de la menstruación y además de que son más extrovertidas y sociables.
Asimismo, cambia el aroma de manera casi imperceptible, pero sí identificable para los hombres, quienes al oler prendas de mujeres en distintos momentos de su ciclo, coinciden en que las más atractivas son las que están en un momento fértil. Aún cuando no tengan al susodicho en frente, pueden cambiar el efecto sobre él a distancia a través de la voz. Al menos eso sugiere un estudio realizado en la Universidad Estatal de Nueva York, que afirma que los cambios hormonales también afectan a la laringe. Esto lo observaron después de grabar las voces de varias mujeres contando del 1 al 10 en diferentes momentos de su ciclo hormonal y de que hombres y mujeres las escucharan y clasificaran como más o menos atractivas.
El resultado fue que los hombres prefirieron las voces de las mujeres que estaban en su momento fértil. El cambio es casi imperceptible, afirman los responsables del estudio y podría haber otras variables en juego; pero aún así, todo parece indicar que sí hay un efecto. Además de la voz y el olor, también se ha visto que los rasgos faciales se modifican ligeramente durante la ovulación, pareciendo más simétricos que de costumbre y, por lo tanto, más atractivos. Quizá una no se percate precisamente de que unos días se vea más simétrica que otros pero, efectivamente, puede decir que hay días en los qué se ve muy bien y otros en lo que se pregunta, ¿y hoy qué me pasó? Ahora, si bien hay días en que las mujres son más atractivas, también también se ponen más selectivas en cuanto al tipo de hombres que nos gustan. Obviamente sin cambios excesivamente drásticos. Lo que dicen las investigaciones es que en los momentos no fértiles nos perciben a los hombres con rasgos más suaves y finos como más agradables, mientras que en los fértiles, prefieren a aquellos con facciones más toscas que finalmente interpretan (por instinto, no de manera consciente) como resultado de una mayor carga de testosterona.
Las señales masculinas no están sujetas a los ciclos hormonales, pero también las tienen y son interpretadas por las mujeres como genes más resistentes o compatibles con los propios que puedan favorecer a los hijos, o como hombres más afectuosos que pudieran ser buenos compañeros. De hecho, la misma Universidad Estatal de Nueva York, había hecho ya otro estudio que evaluaba la relación existente entre las voces masculinas clasificadas como agradables y la simetría de los rasgos de sus dueños; una característica que hace que sean vistos como más atractivos. Y sí, efectivamente encontraron una relación directa.
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