El 14 de febrero es conocido por ser la fiesta de los enamorados en muchos países: las rosas rojas y el chocolate pasan al primer plano en nuestra vida cotidiana. Pero, ¿cuál es su origen? Quizá podemos dar un repaso a una fiesta que no es tan comercial como parece…
San Valentín es una ocasión para regalarse pequeños regalos, intercambiar cartas de amor, declararse o simplemente hacer una escapada romántica… Algunas personas consideran que es una fiesta puramente comercial, que sirve sobre todo para hacer felices desde hace algunos años a todos los pasteleros y floristas… ¿Pero qué es en realidad? Y si San Valentín tuviera su origen en la antigüedad…
¿Fiesta romántica, leyenda o tradición?
En cuanto al periodo de año, San Valentín encuentra su origen en los Lupercales, una fiesta romana anual consagrada a la fertilidad y a la fecundidad. Sin embargo, su acercamiento al concepto de amor romántico viene de una leyenda: San Valentín habría sido inventado por los jóvenes enamorados. Durante la jornada, los hombres casaderos luchaban entre sí para demostrar quien era el más fuerte…
En relación con el nombre de la fiesta, viene seguramente de un cura llamado Valentín que durante el 3 siglo a.C. desobedeció una ley promulgada por el emperador Claudio II casando en secreto parejas de jóvenes enamorados. Según algunos autores, la fecha del 14 de febrero corresponde al día de su ejecución.
El amor toma el relevo
Después de estos acontecimientos, San Valentín ha pasado a ser la fiesta de los solteros. En algunos lugares existía la siguiente tradición: las jóvenes de buen ver se escondían en los alrededores de sus pueblos, esperando que un joven viniera a encontrarlas. Las parejas que se formaban debían casarse durante ese año.
Otra hipótesis también es posible: ciertos historiadores cuentan que Carlos de Orleans, cautivos de los ingleses durante más de un cuarto de siglo, se enviaba cartas de amor con María de Cleves –con la que se casa a su vuelta– desde la Torre de Londres. La tradición de enviar versos o flores al ser amado el 14 de febrero vendría entonces de aquí… Al final todas las teorías pueden ser buenas, pero lo que es seguro es que el 14 de febrero es incontestablemente ligado al Amor, y puedes celebrarlo como mejor te parezca.
¿Y en otros lugares ?
El ejemplo más curioso es el de Japón. En efecto, los japoneses son los reyes de las fiestas y celebraciones: todas las ocasiones son buenas para hacerse regalos. Adoptan fácilmente las fiestas occidentales y las disfrutan a su forma. Así, desde hace algunos años, se hacen regalos por Navidad – aunque no haya mas que una ínfima parte de la población que sea cristiana-. San Valentín y sus tradicionales regalos se han implantado fácilmente en el país del sol naciente. Como nosotros, los japoneses no se escapan a las pequeñas atenciones del 14 de febrero, por lo que la fiesta del amor es celebrada de la misma forma en todo el mundo…
Sin embargo, no ha sido siempre el caso: hubo una época en que San Valentín era sinónimo de obligaciones porque las mujeres tenían que ofrecer una caja de bombones – a veces muy caros – a cada uno de sus colegas masculinos. Los bombones se llamaban “girl choco”, o “los chocolates de la obligación”… Dicho esto, hay que saber que un mes después de San Valentín, celebramos en Japón el “día blanco”. Durante ese día los hombres deben ofrecer un regalo blanco a las mujeres que les han regalado chocolates. El valor de este regalo debe ser tres veces superior al de los chocolates, y es por esta razón que los hombres rechazan a menudo los bombones ofrecidos en San Valentín… Esta tradición se pierde poco a poco, sobre todo entre los jóvenes que buscan occidentalizarse lo mas posible.
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