Las lágrimas lubrican y mantienen húmedos a los ojos, son saladas porque provienen del plasma de la sangre
Los ojos están protegidos por las cejas, las pestañas y los párpados, pero también por unas pequeñas glandulas que producen lágrimas.Las glándulas lagrimales se encuentran encima de los globos oculares, debajo del hueso frontal. De cada una de ellas salen más o menos 12 conductos que llegan al párpado y al ojo.
Las lágrimas están formadas de aceite, líquido lagrimal y una capita de mucosa. Son saladas, porque provienen del plasma de la sangre y sirven para limpiar y proteger al ojo porque tienen enzimas, que destruyen bacterias.
Cada vez que parpadeamos el ojo se humedece, el resto de la lágrima pasa al saco lagrimal por unos canales que salen de la orilla del ojo, cerca de la nariz y pasan a las fosas nasales. Si los ojos no se mantuvieran húmedos perderían toda su capacidad para poder funcionar adecuadamente.
Cuando lloramos se producen tantas lágrimas que se desborda el ojo, por eso salen por ahí, ya que no todas pueden ser pasadas a los conductos nasales.
El llanto se presenta cuando:
- Algo irrita nuestros ojos, como el polvo, gases, basura o insectos.
- Porque sentimos dolor, miedo, tristeza, alegría, coraje o tensión, ya llorar es una forma de expresar los sentimientos.
- Porque nos reímos con mucha fuerza y provocamos que los músculos del ojo se contraigan con más fuerza y se produzcan más lágrimas.
Llorar es bueno porque permite al ojo limpiarse. En los bebés el llanto, también es una forma de comunicación y en los mayores alivia las tensiones emocionales.
Pero no a todos les gusta llorar o les han enseñado que hacerlo es símbolo de debilidad, lo cual es falso, porque el llorar es más bien símbolo de sensibilidad y tanto hombres como mujeres se sienten mucho mejor si lo hacen después de haber tenido alguna pena o tensión. Una persona que es capaz de demostrar sus sentimientos, vive más tranquila que otra que los reprime.
El llorar también despierta sentimientos de tristeza en otras personas, pero claro, ¡no hay que exagerar!
Fuente: esmas.com
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